Hace cuarenta años, la epidemia del VIH supuso que los profesionales de la odontología empezasen a usar guantes y gafas. Ahora, en esta pandemia viral provocada por la COVID-19, parece necesario aumentar todavía más los estándares de seguridad.
En este sentido, las autoridades sanitarias competentes en el ámbito odontológico, y más concretamente los colegios profesionales de odontólogos y estomatólogos de nuestro país, han recomendado el uso del dique de goma como método eficaz y necesario, cuando la intervención dental lo permite, para prevenir esta infección vírica.
¿Qué es el dique de goma?
El dique de goma consiste en una membrana plástica, aislante e impermeable que se coloca entre la nariz y el mentón, cubriendo la boca del paciente y dejando únicamente expuestos los dientes que se deben tratar. Entre otros, los beneficios principales del dique de goma son varios.
Beneficios principales del uso del dique de goma
El más habitual es evitar que la saliva del paciente contamine el área operatoria. De esta forma, las restauraciones dentales (empastes, endodoncias, incrustaciones, etc.) están libres de gérmenes y humedad, minimizando el riesgo de fracaso del tratamiento, ya sea por contaminación infecciosa o por desprendimiento debido a una mala adhesión de la restauración al diente.
Otra de las funciones del dique es evitar la aspiración por las vías respiratorias o la deglución de pequeños instrumentos o piezas que se utilizan en el tratamiento dental, que pueden desprenderse de los dedos del odontólogo de forma accidental durante el transcurso del tratamiento. Existen evidencias de múltiples contratiempos que acontecen durante el tratamiento dental, tales como la caída de una prótesis dental en el momento de probarla o cementarla, el desprendimiento de fragmentos de cemento sobrante cuando son retirados por el dentista después del cementado de una prótesis o el deslizamiento y la caída de limas de endodoncia durante los tratamientos de conductos, entre otros. Afortunadamente, no son frecuentes, pero, si se utilizara habitualmente el dique de goma, estos incidentes serían casi anecdóticos.
En este sentido, la posición horizontal que toma el paciente cuando está postrado en el sillón dental durante la visita a su dentista facilita que el desprendimiento de cualquier objeto que se encuentre en su boca acabe a nivel de la glotis, facilitando esta situación la aspiración o el reflejo de deglución de dicho objeto.
Como última utilidad clásica del dique de goma, encontramos evitar la extravasación fuera del campo operatorio de líquidos que pudieran ser de sabor desagradable, tóxicos o agresivos para la salud del paciente. Estos líquidos quedarían recogidos sobre el dique, de forma que podrían ser retirados fácilmente con el aspirador del equipo dental sin que llegasen a contactar con la superficie bucal del paciente.
En la actualidad, tenemos un motivo más para promover el uso del dique de goma. Es un eficaz aislante microbiano que impide, a modo de barrera plástica, la diseminación de microbios que pueden estar contenidos en las partículas de saliva que dispersan la tos o los estornudos. De esta manera, dificulta el contagio cruzado de la COVID-19 u otros microbios entre paciente y profesional.
Dr. Francisco José Mora Bahima
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